Dios nos ha traido hasta aquí
Nuestro Dios, desde generación en generación, ha guiado nuestros pasos y ha obrado poderosamente en la historia de nuestra iglesia. Su amor inmutable ha sido el fundamento sobre el cual hemos construido nuestra comunidad de fe. En cada época y en cada generación, hemos sido testigos de su fidelidad y provisión, recordando siempre que somos parte de una historia más grande, en la cual Dios continúa obrando maravillas.
Esta es la historia de nuestra iglesia, un testimonio vivo del actuar divino en nuestras vidas y en las generaciones que nos precedieron, sirviendo como faro de esperanza y guía espiritual para las generaciones futuras.
Raices del presbiterianismo
La historia de la Iglesia Presbiteriana se remonta a la Reforma Protestante del siglo XVI, liderada por Martín Lutero en Alemania y Juan Calvino en Suiza. Calvino desarrolló una teología reformada que enfatizaba la soberanía de Dios, la autoridad de las Escrituras y la responsabilidad de los creyentes. Estos principios reformados se difundieron rápidamente y dieron lugar a la formación de diversas denominaciones presbiterianas en todo el mundo.
En el contexto de América Latina, la Iglesia Presbiteriana tuvo una influencia significativa. En el siglo XIX, misioneros presbiterianos de los Estados Unidos llegaron a varios países latinoamericanos, incluyendo Colombia. Su objetivo era compartir el mensaje del evangelio y establecer iglesias basadas en el modelo presbiteriano. En Colombia, la Iglesia Presbiteriana se estableció oficialmente en 1856, y su crecimiento y desarrollo se vieron impulsados por el trabajo misionero y el compromiso de líderes y fieles locales.
Primeros misioneros en Colombia
En 1855, el reverendo Ramón Montsalvatge (enviado por la American Bible Society), llegó a Colombia. Posteriormente, el Rev. Henry Barrington Pratt (enviado por la Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos de América) también se instaló en el país. Ambos misioneros comenzaron a servir a los extranjeros presentes y originalmente los servicios se llevaban a cabo en inglés.
En 1859, los servicios comenzaron a celebrarse en español. Sin embargo, la denominación creció lentamente y enfrentó persecución religiosa. Fue solo en 1959 que la Iglesia Presbiteriana de Colombia (IPCol) adquirió completa autonomía de las denominaciones americanas.
Cisma de la iglesia presbiteriana en Colombia
En 1988, las comunidades eclesiásticas de base, junto con otros sectores de la Iglesia Católica Romana y de las iglesias protestantes, organizaron el Encuentro Ecuménico Nacional de Cristianos por la Vida. En este encuentro participaron presbiterianos de Barranquilla, Medellín y Bogotá encabezados por los pastores David Illidge, Uriel Ramírez y Milcíades Púa.
Esta participación en un movimiento ecuménico fue muy cuestionada por sectores conservadores del IPC, quienes acusaron a pastores y líderes de participar en política y de ser comunistas.
Luego, en 1988, el Presbiterio Central de IPCol se dividió por las acusaciones entre los miembros de que la iglesia se había desviado de la teología presbiteriana original, principalmente al adherirse a la Teología liberal y el premilenialismo.
Nace el nuevo Sinodo
Como resultado, las iglesias que estaban inconformes con el camino teológico que había tomado IPCol, decidieron separarse y reformar una vez más la iglesia a sus raices. Fue así como la iglesia Central de Bogotá, Palermo, la Trinidad, la Despensa, Versalles, Central de Bucaramanga, con sus pastores y ancianos gobernantes organizaron un nuevo presbiterio, que pretende ser la continuación del Presbiterio Central de IPCol. El nuevo presbiterio se llamó Corporación Presbiterio Central (CPC).
A partir de esto, las siguientes iglesias del Presbiterio de la Costa: Iglesia Tabita e Iglesia Ebenezer; y las siguientes iglesias del Presbiterio del Noroeste: La Iglesia de Peque, Dabeiba, Jordán y Camparrusia, salieron de sus presbiterios y pidieron incorporarse al CPC.
En 1989, IPCol convocó una asamblea extraordinaria y eligió un nuevo moderador. En consecuencia, los líderes del CPC fueron disciplinados.
Por ello, en 1993, los Presbiterios del Sur y Noroeste convocaron una reunión extraordinaria para la unidad y restructuración de las iglesias separadas. En esta asamblea se organizó una nueva denominación, la Iglesia Presbiteriana en Colombia Sínodo Reformado (IPCSR), conformada por estos presbiterios y el presbiterio CPC. Por otra parte, los presbiterios de Urabá, Central y la Costa permanecieron en el IPCol.
El 12 de septiembre de 1996, el IPCSR fue registrado oficialmente ante el Gobierno de Colombia.
Obra de la iglesia en Colombia
A lo largo de los años, la Iglesia Presbiteriana en Colombia ha crecido en número y ha sido reconocida por su compromiso con la enseñanza bíblica, la formación teológica y la misión evangelizadora. Ha jugado un papel importante en la vida religiosa y social del país, promoviendo valores como la justicia social, la paz y la reconciliación. La Iglesia Presbiteriana en Colombia ha continuado su labor de expandir el reino de Dios y brindar apoyo espiritual y social a las comunidades en las que se encuentra presente.
Hoy en día, la Iglesia Presbiteriana en Colombia sigue siendo una parte vital del cuerpo de Cristo en el país, con múltiples congregaciones y un enfoque en el crecimiento espiritual, la adoración en comunidad y el servicio a los demás. A lo largo de su historia, la Iglesia Presbiteriana ha dejado una huella significativa en la vida de muchas personas y ha sido un faro de esperanza y fe en el contexto colombiano.
Esta historia aún no termina
Dios sigue llamando y usando personas para sus propósitos eternos
Acepta el llamado y se parte de esta gran historia de salvación